"Los Abrazos Rotos”, la última película de Pedro Almodóvar, salió en 2009 con la maravillosa Penélope Cruz y la conmovedora Blanca Portillo que ya actuaban ambas en “Volver”. En sus últimas películas “Came Trémula”, “Todo Sobre Mi Madre” y “Volver”, Almodóvar parece haber encontrado una musa en la persona de Penélope Cruz. Un verdadero ejemplo de la complicidad que puede nacer entre un director y su actriz, y que se encuentra también como tema de esta película : Lena, la amante de un rico hombre de negocios, Ernesto Martel, cual sueño siempre fue de volverse en una actriz, empieza una película con el director de cine Mateo Blanco, de quien se enamora. Por celos y para vigilar a Lena, Ernesto Martel decide producir a la película y pide a su hijo que filmara el rodaje.
Esta película es llena de emoción: el orgullo de un hombre que confunde amor y obsesión, la devoción de una mujer que nunca paró de estar enamorada de su amor de juventud, el cansancio de un hijo que creció rodeado de secretos, la denegación de un hombre que paró ser si-mismo cuando perdió a la mujer que amaba, la desesperación, el luto, la nostalgia, los pesares, la culpabilidad. Almodóvar nos los muestra todos en 127 minutos, un verdadero compendio, la vida en suma : “ya no hay nada que ocultar” como lo dice Lena a Martel cuando lo quita, durante una escena que, estoy segura, va a devenir culta en el cine contemporáneo.
Como en todas las películas de Almodóvar, estamos desafiados por la fuerza de las imágenes, todas las emociones están traducidas en ricas decores y colores que nos llenan los ojos y la cabeza. De ahí sale el drama principal de esta historia : Mateo, el directo de cine, se vuelve ciego después de un grave accidente. Pero como siempre, Almodóvar nos presenta a personajes fuerte que no se dejan cortar por los acontecimientos de la vida. Y la película termina con una frase de esperanza y de coraje : “las películas, hay que terminarlas, aunque sea ciegas”. Y que vale también para todos los retos de la vida.
“Los Abrazos Rotos” es también una puesta en abismo : una película que nos cuenta el rodaje agitado de la película de Mateo Blanco. Así se ve la identificación que Almodóvar hizo con su protagonista : la película que rueda el ultimo “Chicas y maletas” nos recuerda mucho a la película del primero que salió en 1988 “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. He leído una critica que decía que la alusión a “Mujeres al borde de un ataque de nervios” traicionaba la falta de nueva inspiración de Pedro Almodóvar. En eso no estoy de acuerdo, al contrario para mi es una nueva prueba de su talento : es capaz de realizar dos veces las mismas escenas sin nunca repetirse, sin nunca aburrirnos.
He visto esta película el año pasado y me ha gustado muchísimo. Creo que las películas de Almodóvar son muy diferentes e interesantes.
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