Voy a presentaros una película que me ha gustado mucho: “Los Amores Imaginarios”, del talentoso realizador, Xavier Dolan.
La historia puede parecer banal: dos amigos, Marie y Francis, se enamoran del mismo joven, Nicolas. Pero, aunque el tema es simple, la manera de tratarlo es muy ingeniosa y muy interesante.
Primero, la historia principal está recortada por imágenes de entrevistas de jóvenes hablando de sus experiencias sentimentales desgraciadas, y eso con mucha burla y mucha sinceridad.
En segundo lugar, no es para nada una idealización del amor. La película muestra los aspectos olvidados del amor: los enamorados son a menudo calculadores, ingeniosos y sobre todo patéticos. Los diálogos son acerbos, justos, y muy bien escritos: los actores devuelven la pelota con mucha naturalidad.
Tercero, la estética de la película es notable: los planos lentos suceden perfectamente, la música es cargante y los colores son muy adecuados.
Reímos mucho, pero no solamente de la película sino también de nosotros, porque podemos reconocernos en muchas frases. La veracidad de las situaciones es a veces desagradable, porque es tan verdad y al mismo tiempo tan triste. Es una película sin concesiones, pero no es deprimente porque está hecho con mucho humor, mucha pertinencia y mucha inteligencia.
Para terminar, me gustaría decir algo sobre Xavier Dolan. Tiene solamente 21 años, pero ya está dotado para el arte del cine. En está película, es el realizador, el guionista y ¡actúa el protagonista! Y ¡todo me parece tan perfecto! Además, sus dos películas (“Los Amores Imaginarios” y “He matado a mi madre”) estuvieron presentadas al “Festival de Cannes”.
Eso me impresiona mucho, pues espero con mucha impaciencia su futuro proyecto : “Laurence Anyways”. Entre tanto, voy a ver “He matado a mi madre”.
La historia puede parecer banal: dos amigos, Marie y Francis, se enamoran del mismo joven, Nicolas. Pero, aunque el tema es simple, la manera de tratarlo es muy ingeniosa y muy interesante.
Primero, la historia principal está recortada por imágenes de entrevistas de jóvenes hablando de sus experiencias sentimentales desgraciadas, y eso con mucha burla y mucha sinceridad.
En segundo lugar, no es para nada una idealización del amor. La película muestra los aspectos olvidados del amor: los enamorados son a menudo calculadores, ingeniosos y sobre todo patéticos. Los diálogos son acerbos, justos, y muy bien escritos: los actores devuelven la pelota con mucha naturalidad.
Tercero, la estética de la película es notable: los planos lentos suceden perfectamente, la música es cargante y los colores son muy adecuados.
Reímos mucho, pero no solamente de la película sino también de nosotros, porque podemos reconocernos en muchas frases. La veracidad de las situaciones es a veces desagradable, porque es tan verdad y al mismo tiempo tan triste. Es una película sin concesiones, pero no es deprimente porque está hecho con mucho humor, mucha pertinencia y mucha inteligencia.
Para terminar, me gustaría decir algo sobre Xavier Dolan. Tiene solamente 21 años, pero ya está dotado para el arte del cine. En está película, es el realizador, el guionista y ¡actúa el protagonista! Y ¡todo me parece tan perfecto! Además, sus dos películas (“Los Amores Imaginarios” y “He matado a mi madre”) estuvieron presentadas al “Festival de Cannes”.
Eso me impresiona mucho, pues espero con mucha impaciencia su futuro proyecto : “Laurence Anyways”. Entre tanto, voy a ver “He matado a mi madre”.
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