jueves, 11 de noviembre de 2010

Cuento : "El Mendigo"

¡Hola!
Esta semana, hemos hablado de cuentos y relatos. La Señora Calvo nos ha dicho que podíamos poner en el blog un cuento que quisiéramos.
Por eso, quería compartir con vosotros un cuento que escribía hace algunos días, sobre mi pasión. ( para los que no me conocen muy bien, es la magia ;) )
Espero que os gustara lo que sigue!

Es raro, no soy paranoico, pero en este momento, me parecía que fue seguido. Podía ser mi imaginación, pero una sensación perturbadora me hacía dudar. Me dio la vuelta, esperando ver a alguien, pero no, no había nadie en esta calle. Me bifurqué a la derecha y llegué en una exigua. Tenía que servir de urinario para los gatos, peros y otros seres sin hogar visto el olor pestilente que me estalló inmediatamente a las narices. Pero la sensación de opresión seguía persiguiéndome. No podía ver nada sino cajas de cartón podridas por las lluvias típicamente belgas. Avanzaba en este paso apenas iluminado a esta hora del día, tratando huir este enemigo invisible. Mi pie chocó con un botella que se hizo rodar debajo del montón de embalajes de cartón. Se hizo oír un gruñido y una cabeza apareció de esta montaña sucia. Una cabeza calva muy arrugada encima de un par de ojos brillantes. Tenía la impresión de ser mirado de arriba abajo en algunas segundas tan su mirada estaba perspicaz.

« Hola Fred. »

Visto la sonrisa que él esbozaba a través de su barba hirsuta, mí cara tenía que ser memorable. Cómo diablos tenía conocimiento de mí nombre?

« Nos conocemos? » le preguntó.

« No, tu no me conoces. En cambio, yo sé muchas cosas sobre tú chico, especialmente que tienes pasión por la magia y los trucos inexplicables. »

Tenía razón : la magia y el paranormal me habían cogido desde hace mí primera infancia. Y es verdad que, a menudo, me gustaba trabajar algunos trucos simpáticos. No sabía como lo había conocido, pero me parecía lógico asentir con la cabeza.

« Como eres el solo que te ha parrado para mirarme, quiero darte las gracias y ofrecerte eso »

Uno de sus manos salió del montón que la lluvia había hecho enmohecerse y me dio un paquete atado.

« Coge este paquete y haz uso de este al mejor. Vete ahora, tienes otras cosas que hacer en lugar de hablar con un mendigo.” me dije el hombre.

Quería responder que no y preguntarle algunas cosas sobre lo que me había dado, pero ya había desaparecido debajo de sus cartones.

Por tanto seguí mi camino, cogitando sobre el contenido de este paquete. Mis dedos sentían a través del papel una caja con bordes ligeramente redondeados. Sea lo que sea, me dé prisa en ir a casa para abrir este regalo misterioso. No me preocupaba mas de mi sensación de ser seguido

A las seis menos cuarto, me respaldé contra mi silla de escritorio y abrí minuciosamente el paquete. Había efectivamente dentro una caja de color burdeos, cuales paredes estaban cubiertas de una especie de cuero blando. Estaba la razón por la cual sentí bordes redondeados. En la tapa, una fina filigrana dorada tallaba la palabra Cards. Una idea aparecía poco a poco en mí mente sobre el contenido de la caja : tenía que haber una baraja pero, sacundiendola, oye que había más.

Decidí abrirla y, en efecto, había dentro una baraja, probablemente de marca Piatnik, con peses en una cara. Pero la baraja no me interesaba : al su lado, había une pequeña bolsa y una varilla rompida. Y, mirando más cerca, había algo gravado tres letras : C-A-S.

Después, noté un papel doblado que, hasta ahora, no había llamado mi atención. Cuando lo hube desplegado, podé leer estas palabras :

« La magia no se hace sola. El espectador es el mismo que al restaurante : hace lo que quieres con la carta y os trata a la baqueta. En esas condiciones solas existe la magia...”

Después haber leído este papel, supe exactamente lo que contenía la bolsa y que era su uso. Cerré la caja y la cogé hasta el primer café de la esquina donde se reunían generalmente mis amigos. Me senté a sus mesa y saqué la baraja, la varilla rompida que había envuelto en el papel Kraft. Eso es lo que seguía : uno de mis amigos elegí una carta. Pues, vacié el contenido de la bolsa sobre la mesa. Tres pequeñitos partes de varilla entre cuales cogí uno y le puse a un lado. Cuando le pregunté sacar la varilla del papel, entendí inmediatamente y puse los partes una al lado de otra : correspondían perfectamente. Traté con los dos otras, pero se encajaban. Y noté también otra cosa : con las dos partes juntas, la inscripción ahora tenía sentido. El secundo trozo completaba las pocas letras que había y transformaba mi “cas” en “6 picas”. Mi amigo dé la vuelta a su carta y, de milagro insospechado, era de verdad el 6 de picas.

Cogí mis cosas y corrí lo más rápidamente posible hasta la Calle del Eclipse donde, algunas horas antes, había conocido al hombre que me había dado este regalo raro. Pero, como me lo esperaba, el ya no estaba. Había desaparecido, sin dejar unas huellas. Y, con él, mi sensación de ser seguido también se había disipada...

2 comentarios:

  1. Cuando escribes un cuento, vas a hacerlo en frances y despuès vas a traducir o haces lo directamente en español ?

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  2. En general, lo escribo en francés, porque me parece lógico trabajar el estilo en mí primera lengua.
    Después, intento traducirlo en otras lenguas al mejor posible. Es una manera muy interesante para trabajar y aprender una lengua ;)

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