Gracias a su posición geográfica, entre el mar y la cadena montañosa de la Sierra Blanca, Marbella disfruta de un microclima único. Las temperaturas son agradables durante todo el año; los inviernos demasiado fríos y los veranos demasiado cálidos no tienen lugar en este pequeño rincón de paraíso.
Contrariamente a otras ciudades de la Costa del Sol, Marbella ha conseguido conservar su encanto pintoresco. Los rascacielos o los edificios muy altos no son parte del paisaje, excepto, quizás, la bonita torre de la urbanización "Torre Real".
El Casco antiguo - antiguamente el barrio árabe - está caracterizado por calles floridas estrechas y tortuosas donde podréis encontrar restaurantes, pequeños comercios, tiendas de artesanía local y muchas más cosas. Os encantarán las casas de color blanco, las iglesias, y sobre todo la famosa Plaza de los Naranjos, situada justo en el centro del Casco Antiguo.
Marbella también es conocida por sus parques, donde es agradable descansar escuchando el suave ruido del agua que corre de las fuentes y refrescarse a la sombra de los majestuosos arboles.
A lo largo del Paseo Marítimo de Marbella (6km.) se encuentran tiendas, bares, restaurantes y palmeras, y se puede contemplar impresionantes vistas de la costa y del mar.
Las playas son bonitas aunque muy llenas durante el mes de julio. Si tenéis hambre, podéis ir a comer mariscos en uno de los numerosos chiringuitos que la rodean.
Además de las tapas y de los platos tradicionales, lo que se come mucho en la Costa del Sol son las sopas, frías (el gazpacho) o calientes.
Marbella fue bajo dominación árabe durante 7 siglos y hoy la influencia mora todavía se puede notar. El mejor ejemplo es, en mi opinión, la mezquita blanca, que está al lado de la carretera hacia Puerto Banús, y desde la cual se puede oír el llamamiento a la oración durante el ramadán.
Marbella es un excellente punto de salida para viajar y conocer las mayores ciudades andaluzas; está a 200 km. de Granada, 220 de Córdoba y 260 de Sevilla. Y si queréis podéis ir hasta Marruecos con el ferry... Es imposible aburrirse!
También es el lugar ideal para los aficionados al deporte; tiene un montón de clubs de tenis y de terrenos para practicar golf, y las actividades náuticas no faltan.
hasta Puerto Banús, que está situado a 6 km. de Marbella, el ambiente cambia del todo. En el pequeño puerto, podréis admirar esplendidos yates y coches, salir en las discotecas hasta la madrugada y quizás encontraros con una celebridad.
La desventaja que tiene Marbella, porque si tiene una, son los precios. Suben muchísimo durante el verano, debido al turismo que cada vez se desarrolla más. No estéis sorprendidos si escucháis mucho inglés, alemán y francés, y poco español en julio y agosto.
Y por último, si pensáis iros de viaje a Marbella, recordad que no tiene aeropuerto, y que tendréis que comprar un billete para Málaga, que no está nada lejos: media hora en coche o en bús.
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