viernes, 20 de mayo de 2011

PROCRASTINACIÓN


Procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, del día de mañana) “la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables.”





Hoy, voy a escribir sobre un tema que es omnipresente en mi vida: la 'procrastinación'. Personalmente, veo la procrastinación como un amigo muy próximo que no me deja nunca y que a veces está todavía más cercano de mi, como ahora, durante los exámenes. ¿Conocéis este escenario? Tenéis muchas cosas que hacer y tenéis la firme intención de hacerlas, ¿pero siempre acabáis por hacer un montón de otras cosas, salvo las que queríais hacer inicialmente? Si es el caso, entonces también vivís con la procrastinación o la filosofía del '¿porqué hacer algo hoy si puedo hacerlo mañana (o el día después, o la próxima semana...)?'.

La procrastinación no se limita a cosas específicas, se puede aplicar a todo: las cosas difíciles, la cosas importantes, las cosas urgentes... y cuando sois verdaderos 'procrastinadores' las cosas muy fáciles se dejan para más tarde también...

Es un tema que me fascina desde mucho tiempo. Antes, creía que era la única con este problema, pero casi cada persona con la que he hablado me ha dicho que está en la misma situación. He buscado informaciones para saber como cambiarlo y hacerme una persona productiva que alcanza todos sus objetivos. Finalmente he encontrado un artículo que dice que la procrastinacíon forma parte de la naturaleza del ser humano. No somos nosotros que tenemos el problema, ¡es la sociedad! Pero como parece difícil cambiar la sociedad, tenemos que hacer pequeños esfuerzos para adaptarnos. Y cuando esto no funciona, tenemos que aprender a ser menos severos con nosotros mismos y darnos cuenta de que la procrastinación también puede ser algo muy útil.

Aquí es un ejemplo:

¡Lo qué he empezado, lo termino!” Ciertamente es admirable pensar así, pero no parece muy realista y a veces olvidamos las razones por las cuáles no terminamos las cosas. Es un señal que nos envía nuestro cerebro (en forma de la procrastinación) para prevenirnos que estamos haciendo algo que quizás, no es bueno para nosotros o simplemente inútil. Se cambiáis la frase un poquito, tal vez os parecerá absurda también: “Aunque lo que estoy haciendo sea totalmente tonto, que me robe toda mi energía y que no lo soporto más, ¡lo termino!”. Cierto, hay cosas en la vida que no nos gustan y que aún tenemos que hacer, pero a veces vale la pena pararnos un momento a fin de reflejar sobre si lo que estamos haciendo es realmente necesario.

Hay cosas que no tenemos que terminar y que podemos dejar sin sentirnos culpable y también es por eso que este artículo simplemente va a



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